Y me hablas, y te hablo y definitivamente nos entendemos eso sí, no estamos de acuerdo, pero sonreímos a veces me toca a mí solo Y jugamos, y te contemplo y casi siempre nos abrazamos eso sí, cada quien tiene su merecido, pero sonreímos a veces te toca a ti sola pero rara vez nos desnudamos pero casi siempre nos amamos.
Un tanto de frio se colaba por mi chaqueta un tanto de sangre se colaba por tu piel pero eso no importaba, porque me detenía en tu rostro rostro de niña-niña, ausencia de mujer así, cuando arribo la noche y la lluvia, y por fin quedamos solos fuimos los dueños de la nada pero complicaste lo que a mí me encanta y viceversa y fue precisamente eso, lo que arruino la plusvalía ese día estando en la colina, se parece al día que aún vivía pero no es del todo cierto, creo que más bien lo necesitaba
Mi mundo está lleno de metáforas mi arco iris está completo mi silencio no es un estorbo mi aliado es el aliento mi cuerpo no tiene peso mi espalda siempre está apoyada mi tiempo se prolonga por varias vidas mi angustia es por culpa de la calma existo porque se me antoja existir y de alguna extraña manera siento que tú, mujer, haces mi vida un poco menos miserable
Se está gestando la nueva vida de este autor, de este hasta hoy anónimo en el sistema de felicidad ya había desertado de lo bello y lo distinto, y me había inscrito en la monotonía de lo muerto pero ya que se me presento voy a tratar de aprovechar, y con más ganas ahora voy a la vida que ya va en retroceso hago enloquecer a mis queridos amigos viviendo el presente, me ocupo de lo actual y no del porvenir, tan solo para amarte mujer alada.
Yo solía saber muy bien lo que quería hasta que un buen día aquello que quería dejo de saber lo que quería entonces confundido, dejé de saber lo que quería yo también ahora lo que quería ya sabe lo que quiere pero yo, quedé sin saber, sin poder, sin querer.
Hoy no es especial, hoy es como cualquier otro día hoy es otro plato más en el mantel lo especial no es hoy, si no, nosotros lo que nos hace especiales es hacer lo increíble realidad pues dejamos de creer en la duda y la encarnamos pues dejamos de creer en el dolor y lo lidiamos pues dejamos de creer en el amor y lo vivimos me he enamorado tantas veces de ti que ya hasta perdí la cuenta simplemente te digo que estoy feliz de no haberme perdido tu breve cintura debajo de mí.
Ya no cuento con la poesía lo único que conservo es la imagen de tu mirada ya no cuento con las canciones pero en mis dedos aun percibo caricias infringidas en tu cuerpo ya no cuento con mis bromas pero sonrío al recordar nuestra actual infancia, nuestro presente ya no cuento con los 12 meses del año pero si con los días en las calles que camino junto a ti ya no cuento con las promesas pero si con el contorno de la unión de tus partículas sin embargo, siempre cuento con los días fríos que evocan la memoria de momentos callados de dolor, rebosantes de júbilo, tan llenos de nosotros.