Tendrás que disculparme, soy ajeno a este asunto
amar sin miedo y sin medida es nuevo para mí, no se para vos... quizá también lo sea
amar desde el principio me resulta igual de novedoso, el no esperar hasta la media noche para hacerlo
te miro atentamente, queriendo memorizar tu rostro, para aprender a dibujarlo aunque no sepa dibujar, recurriendo a caligramas para poderme acercar, apelando a mis palabras para poderte acariciar, acudiendo a lo desconocido y por fin saber que podría pasar.